miércoles, 30 de junio de 2010

La huelga de Metro de Madrid

Desde el Lunes 28 de Junio hasta el Viernes 2 de Julio, los madrileños hemos sufrido una huelga de metro como no se conocía desde hace aproximadamente 20 años (entonces pararon el Metro y la EMT a la vez y se paralizó la ciudad). En ésta, el Lunes, el Jueves y el Viernes hubo servicios mínimos del 50 %, pero el Martes y el Miércoles fue total, ésto es, no salió ningún tren de Metro.

Yo trabajo en Alcobendas y suelo ir y volver en transporte público, preferiblemente en Metro, pero el Lunes y el Martes el viaje fue terrible. Para poder tomar un autobús que me llevase hasta Pza. de Castilla que es donde sale el bus a Alcobendas, tuve que esperar que pasaran un gran número de ellos que no paraban por que iban llenos a reventar (como sardinas en lata), total que tardé en llegar al otro bus una hora más que en un día normal. Pero aquí terminaba en el viaje de ida el calvario de nervios, sudores por la cantidad de personas que ibamos apiñados y mal humor de los sufridos pasajeros, pues el bus a Alcobendas llegó en tiempo y sin apenas incomodidades.
El viaje de vuelta fue peor, pues este bus de Alcobendas tiene una frecuencia en un día laborable en dirección a Madrid de media hora (a esta ciudad también llega el Metro), pero pensé no habrá problemas, la Comunidad de Madrid ha dicho que reforzará las líneas de autobuses. Qué ingenuo fuí pues tardó media hora clavada, en la que tuve que estar esperando en una parada abarrotada de gente a las seis de la tarde, sin sombra posible, en el día más caluroso del año. Una vez que llega el bus a la parada viene abarrotado de gente de las paradas anteriores, pero no hay problema, apretandonos y encogiendonos entramos todos por la puerta delantera y por la trasera y después de varias paradas más recogiendo gente, que no entiendo cómo todavía podía entrar en el bus, emprendimos el viaje a Madrid en un continuo atasco, con el aire acondicionado a medio gas, aquello era una sauna. quien tenía abanico lo sacaba, pues faltaba el aire, pero dificilmente podía desplegarlo porque daba al de al lado. Todos ibamos encharcados en sudor y el viaje debido a la caravana que había de entrada a Madrid fue eterno, en fin que llegamos a Madrid con más de una hora de retraso. Una vez en Madrid a tomar el otro bus para llegar a casa, además seguro que la Comunidad de Madrid ha reforzado las líneas urbanas (nuevo error), la misma espera que un día normal y el número de viajeros muy superior. De nuevo la misma sauna, el mismo malhumor, los mismos nervios, las mismas prisas, el bus que no para en la mayor parte de las paradas por ir abarrotado y no entrar nadie más.

En definitiva, que llegué a casa con más de hora y media de retraso. Un trayecto que lo hago en una hora tardé dos horas y media y seguro que llegué a casa con menos peso por que sudé en los autobuses lo que no recuerdo.

Todo ésto me lleva a pensar que el derecho de huelga es un derecho que tenemos todos, pero los servicios mínimos han de cumplirse y si la Comunidad "negocia" con la representación laboral unos servicios mínimos abusivos, para éso están los tribunales; no lo podemos pagar los usuarios (en Metro nos llaman clientes, ja!). Siempre que haya una huelga en Metro, la Comunidad de Madrid (o el Ayuntamiento, a quien corresponda) debe de reforzar las líneas de autobuses urbanos e interurbanos, pues a muchas ciudades de la Comunidad llega el Metro y estas líneas, al menos las que yo tomé, no fueron reforzadas. La Comunidad de Madrid la primera medida que tiene que tomar es sentarse a negociar con la representación laboral de Metro, que es la única manera de desbloquear el conflicto que está dañando tanto a los madrileños; ya que mientras no lo haga, ésto se prolongará en el tiempo y los mayores perjudicados seremos los más de dos millones de usuarios diarios por las graves molestias que nos ocasiona y en segundo lugar todos los madrileños por las pérdidas que supone tener este medio de transporte parado durante tanto tiempo.

2 comentarios:

  1. He vivido en Madrid y sé lo que es padecer este tipo de situacioness... Pero hay otras, lacerantes, que el ciudadano acepta sin rechistar cuando no le afectan directamente- En el caso de la huelga, y ante el atropello capitalista, cabría decir aquello de "cuando las barbas de tu vecino..."
    Saludos y gracias por asomarte a mi rincón.

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  2. Sr. Juan Luis estoy totalmente de acuerdo en todo, yo nunca he sido partidario de dejar un servicio anulado, sea del gremio que sea, servicios mínimos siempre y es cierto se tiene que legislar este tema de servicios mínimos, así como desarrollar una buena ley para hacer uso de la huelga.
    En Barcelona (mi tierra) también sufrimos huelgas de metro, pero claro, allí la diferencia es que si se negociaba el convenio (a pesar de gobernar CiU con Jordi Pujol de honorable) y que yo recuerde los servicios mínimos eran eso “servicios mínimos”, no el 50% como la “lideresa” exige indirectamente a Metro. El problema es ese que tarda mucho tiempo la justicia a dar o quitar razones y estoy de acuerdo este tema de “servicios mínimos” se tenía que legislar por el bien de todos.
    Comprendo perfectamente tanto a los huelguistas como al pueblo, pues ambas cosas “las he padecido en mis años de sindicalista”.

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